Soñadora por naturaleza y Sarcástica por conveniencia

18.8.08

Paciencia: palabra desconocida

¿Por qué será que cuando llegas a la oficina con ganas de brincar de la felicidad, oliendo todas y cada una de las flores en el camino, porque hasta el día de hoy no habías notado que olían lindas y todo eso... viene el/la jefe/a a dañar y fuñir y completamente arruinar tu estado de ánimo encontrado?

Les juro, no suelo ser el tipo de persona quejona ni nada por el estilo. En tal caso, voy con la corriente, dejo pasar las cosas e incluso tengo tatuada en la frente la palabra confianza, pues cuanto peo se le ocurra a la gente contarme, cuanto hombro me invento para ofrecerle. Y no me quejo y no fuño y no molesto.

¿¿Entonces, no puedo acaso yo aparentar felicidad un día a la semana?? Pero es que de momento se me olvida que el telepatético de mi jefe se los huele o se los sueña y por tanto decide echarse de perfume mi ánimo recién me entero que tengo y que olí en las flores del disque patio del frente.

Pero hoy no. Hoy decido escribir sobre mi pique, decido reirme de que britney sigue gorda, de llorar por mi laptop robada, de divertirme en pensar que mi jefe jura y perjura que mi concentración con la PC tiene algo relacionado al trabajo, mientras yo decido acabar con su persona justo en frente.

Por eso, buscaré las fotos del JOKER nuevo, de los gemelos de Brangelina, del tatuaje nuevo de algún famoso y me declaro FBIsta del novio de Amelia Vega, cuyas fotos no les da la gana de enseñar, talvez por miedo a que Luz García le eche el ojo. OOOOOOOOOOHHHH!

Bai